Personal de la Dirección de Inspección y Verificación suspendió este fin de semana una fiesta clandestina que se celebraba en una casa particular de la colonia J. Luz Torres donde se encontraron a más de 250 personas, entre ellas 150 menores consumiendo bebidas alcohólicas adulteradas.
El titular de la dependencia, Raúl Gerardo Rodríguez García, informó que la intervención se logró gracias a una denuncia ciudadana que se hizo extensiva a la Dirección de Seguridad Pública, indicando que el evento ponía en riesgo a los menores y adolescentes que se encontraban en evidente estado de ebriedad.
El hecho se registró en la calle Manuel Torres y Manuel Mendoza de referido sector, donde se encontraban los menores ingiriendo bebidas alcohólicas que se comprobó estaban adulteradas, por lo que se procedió a desalojar el inmueble y a contactar a los padres para que fueran por ellos.
Se apreció a varios de los asistentes que son estudiantes de preparatoria tirados en el piso; mientras que en el exterior de la finca algunos adultos que opusieron resistencia al desalojo lanzaron golpes y objetos contundentes en contra de los policías y de los elementos de Inspección y Verificación.
Trascendió que la fiesta fue organizada por los propietarios del domicilio y que en el lugar habían vendido bebidas alcohólicas adulteradas a los adolescentes, no obstante, el dueño del lugar negó los hechos, dijo que se trató de un evento particular y que hubo jóvenes que ingresaron con sus propias bebidas.
El funcionario hizo un nuevo llamado a los padres de familia para que supervisen los lugares a donde acuden sus hijos y a denunciar este tipo de eventos a las autoridades.